jueves, 11 de agosto de 2011

Y si me quieres, ¿Para que pensar? Mientras tú piensas, la vida se va.

La verdad es que siempre pensé que no se puede depender de una persona, que siempre sería yo y mi independencia del mundo, que no necesitaría a nadie porque yo por mi misma podría superarlo todo,
Ahora es cuando llega el momento en el que digo que me equivoco, que no es así, porque por muy fuerte que seas siempre necesitarías a alguien que te apoyará en los momentos más difíciles, que estuviera allí cuando sientes que el mundo se te cae encima y no puedes más, que por muy mal que estés, hablas con esa persona y te relajas, se te va todo, y eres feliz, te ríes, sonríes, se te quita toda la bordería, en resumen, que le da un giro a todo, y con el paso del tiempo te cambia la vida totalmente.
Y cuando una persona es capaz de hacerte sonreír con una simple mirada, un simple gesto o una simple palabra te marca para siempre, necesitas esa mirada, ese gesto, esa palabra, dependes de que esa persona te ayude, no siempre pero si que lo haga cuando no puedes comerte el mundo tú sola.
En mi caso tenía muchas personas capaz de hacerme feliz, pero 3 que sobresalían por lo especiales que eran, dos de ellas siguen siendo, la otra desgraciadamente ya no es capaz de hacerlo, ni de hacerme feliz ni de nada, desde hace 7 meses no puede hacerlo, porque se fue, y en ese momento, por primera vez en 16 años pedí ayuda, casi inconscientemente, porque sinceramente no podía más.
Las otras dos, Natalia y como no, Sergi, sobresalen por encima de los demás, además, uno por lo contrario del otro, es decir, Natalia, en 16 años, solo hemos tenido una sola pelea, por causas de las que me arrepiento y me arrepentiré, pero ella me conocía perfectamente y sabía que iba a volver a ser como era, y así fue, desde entonces nada de nada, ni siquiera peleas tontas, 16 años de amistad y nos queremos cada día más, siempre hemos estado la una para la otra, como ya dije, nuestros momentos son demasiado especiales, únicos, y las decepciones en nuestro mundo no existen.
En cambio Sergi, mi idiota, destaca por justo lo contrario, en 4 meses ya sé perfectamente como es, aunque me sorprende, y eso es lo mejor del mundo, en 4 meses ya es como si lo conociera de siempre, en 4 meses ya es demasiado para mi, siempre ha estado ahí, para cualquier cosa y sabe que me tiene para lo que sea.
Por eso, cuando te das cuenta de que una persona es especial de verdad, cuando te das cuenta de que esa persona siempre va a estar ahí y no te va a fallar, no es malo depender de él/ella, porque siempre tendrás cosas buenas, y además siempre tendrás alguien en que apoyarte en los peores momentos.